Si hay algo en España que se pueda calificar de rancio, trasnochado y con un cierto tufillo a sectario es el discurso republicano.
En La Coruña tenemos engolados republicanos que añoran el pasado, idealizado un momento político, 1º o la 2º republica española, sin hacer el más mínimo análisis crítico. Algunos sencillamente provocan la carcajada.
Pero veamos, tradicionalmente se denomina república a un sistema político que se fundamenta en una constitución y la igualdad ante la ley. Es la forma de gobierno de los países en los que el pueblo tiene la soberanía, facultad para el ejercicio del poder, aunque sea delegado por el pueblo soberano en gobernantes que eligen de distintas formas. Gobernantes y gobernados se someten por igual a un conjunto de principios fundamentales establecidos en una constitución.
En la práctica solemos decir que un estado es monárquico si tiene rey y republicano si no lo tiene.
¿Qué ocurre en nuestro hoy? Pues que existen países que se definen como repúblicas cuyos regímenes son dictatoriales, donde el pueblo no es soberano frente a monarquías constitucionales que serían repúblicas en sentido tradicional porque la soberanía reside en el pueblo.
Si en esencia el sistema político actual se puede definir como república según la definición tradicional. ¿Por qué no están rechiflados? Pues volvemos al principio, Son unos rancios, trasnochados con cierto tufillo sectario.
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